El centro ovetense alberga un rincón de chigre y otras piezas singulares de la exposición "Escanciando Representación de la Sidra Asturiana en las artes plásticas", que abre al público del 20 de Julio hasta el 5 de Noviembre.

En el Museo de Bellas Artes de Asturias huele a sidra. Como nunca. Un olor nada usual en el espacio museístico asturiano. Tan poco común como el llagar que ayer quedó instalado en el atrio del centro y que se complementa con un pequeño rincón de chigre en otra de las salas habituadas a albergar un arte más convencional.

Son piezas singulares que van de la mano de la exposición "Escanciando, la representación de la sidra asturiana en las artes plásticas", que se inauguró el 20 de julio y se podrá visitar hasta el 5 de noviembre. Una exhibición de la cultura asturiana en una versión poco vista, que cuenta"con una veintena de pinturas, una importante escultura y numerosas piezas de arte que relacionan la sidra con su entorno y evolución", explican los organizadores.

Es una muestra reflejo profundo de la importancia que ha tenido y sigue teniendo la elaboración de la sidra en la sociedad asturiana –de la que no son ajenas las artes plásticas– y que "actúa como vehículo de apoyo para reforzar la candidatura de la Cultura Sidrera Asturiana como Patrimonio Mundial Inmaterial", argumenta Luis Benito García, director de la Cátedra Universitaria de la Sidra de Asturias de la Universidad de Oviedo y comisario del proyecto.

"Esta exposición constituye la primera en el mundo de este tipo", recalca Luis Benito, para quien una nominación de la sidra como Patrimonio Cultural Inmaterial "aportaría gran valor a la sidra, ya que garantiza la continuidad de su producción, así como la alta calidad del producto final". Así que todo esfuerzo merece la pena, y uno artístico como el que se presentará en unos días en el Bellas Artes, siempre aporta.

La muestra incluye la recreación de una pomarada con representaciones pictóricas de la misma en todas las épocas del año. Un lagar, cedido por Sidra Castañón, que antes de poder meterlo en el museo ovetense ha pasado por una obligatoria desinfección por proceso de nebulización, para evitar que con las maderas se colara algún bicho indeseable.

Respecto a los pintores asturianos cuyas obras se asociarán a esta singular muestra, se encuentran Evaristo Valle, Luis Álvarez Catalá, Mariano Moré, José Purón Sotres o Nicanor Piñole, entre otros. Algunas de las pinturas más conocidas que se verán son "Recogiendo la manzana" de Nicanor Piñole o "Demetrio el guapo en la taberna", de Evaristo Valle. No obstante, "todas son de una enorme relevancia, ya que reflejan y profundizan sobre diversos aspectos concernientes a la cultura sidrera", afirma Luis Benito. Se trata, confirma, de una de las mayores exposiciones sobre esta temática que agrupa a diversos artistas asturianos.

Pero hay más. La exposición rendirá tributo a una antiquísima tradición asturiana como es el proceso de fabricación de la sidra, desde la recogida de la manzana, hasta su consumo en el chigre. Por eso mismo el chigre también formará parte del ambiente, revelándose con todo tipo de elementos tradicionales, tales como un mostrador elaborado a mano por un ebanista, e incluso un diccionario de finales del siglo XIX que en muchos locales se usaba para resolver conflictos amistosamente.

Dicen los impulsores de la muestra que habrá obras inéditas, puesto que o bien nunca han sido expuestas o han sido restauradas específicamente para presentarse en el Bellas Artes. Otras han sido cedidas por el Museo Reina Sofía, como la pintura "Primavera" –que actualmente se encuentra depositada en el Museo Nicanor Piñole de Gijón–, otras por el Museo del Pueblo de Asturias, e incluso contarán con la colaboración de prestatarios como Cajastur

Además, los más pequeños también podrán disfrutar de este despliegue cultural, ya que la exposición contará con juegos didácticos con recreaciones en 3D de las distintas variedades de manzanas. Prueba del interés de la organización por adaptar esta primera exposición de la cultura sidrera a un discurso museístico para todos los públicos, para lo que han contado con el diseño experto de Juan Jareño –suya es la pomarada que se verá en el Bellas Artes– y los materiales didácticos de Carmen Rubio.

Alfonso Palacio, director del Bellas Artes, sostiene que "lo importante de esta exposición es que hemos conseguido aunar la vertiente artística, la dimensión etnográfica, con la antropológica y la sociológica, sin perder de vista la historia. Y cuando se vertebra todo eso en una narrativa tan asociada a nuestra identidad, a través de la cultura sidrera, todo confluye para que estemos muy emocionados con la propuesta". Ya dan ganas de verlo.

 

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