El nombramiento de la cultura sidrera como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad podría retrasarse a 2024.

Dice Alejandro Calvo, consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, que este paso debe hacernos olvidar cualquier complejo. Que tenemos que «empezar a creernos» el valor de lo nuestro, porque la candidatura de nuestra cultura sidrera a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad demuestra que la sidra asturiana es «el referente absoluto en España y ahora tenemos la oportunidad de serlo también en el mundo». La importancia de la selección es clave y así lo han reiterado el propio Calvo; la consejera de Cultura, Política Lingüística y Turismo, Berta Piñán, y el director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, en una rueda de prensa en la que han estado acompañados por el director de la Cátedra de la Sidra, Luis Benito, y el presidente de la Denominación de Origen Protegida, Guillermo Guisasola.

La importancia está clara, como lo está que aún queda un largo camino que recorrer. Porque, de hecho, aunque nadie duda de que el nombramiento llegará, éste podría retrasarse aun a 2024, ya que depende de la dinámica de presentación de candidaturas por países y al hecho de que la Unesco evalúa un máximo de 50 al año.

Por el momento hay de plazo hasta el 31 de marzo para presentar el expediente completo. La Unesco tiene luego tres meses para evaluar y aceptar la candidatura, algo que depende como queda dicho de otras muchas cuestiones. Si la cultura sidrera quedara fuera entonces, habría que esperar un año más.

Si todo va bien y es seleccionada en junio, habrá una nueva evaluación entre septiembre y octubre de 2023 y la decisión definitiva se daría a conocer en la gala mundial, que tendrá lugar en noviembre de 2023.

Asturias tiene la ventaja de haber llegado hasta aquí con los deberes hechos y con la seguridad de cumplir con las exigencias de la Unesco. Con todo, la esperanza es conseguir el reconocimiento, lo que pondría la sidra asturiana en «el escaparate gastronómico mundial, sería un acicate para el sector y una buena campaña de publicidad para la sidra», ha explicado Luis Benito, que ha destacado el mérito de nuestra bebida de haber sobrevivido, algo que no han logrado otras muchas bebidas tradicionales.

Alejandro Calvo ha explicado que, pese a la realidad del sector sidrero en Asturias, la candidatura y todo lo que supone irá muy ligada al impulso de la DOP, que cuenta ahora mismo con casi mil hectáreas, más de 300 cosecheros, 34 lagares y una cosecha de entre 10 y 12 millones de kilos de manzanas, de os que se usan para sidra unos 7.

Guillermo Guisasola ha explicado que está siendo un segundo semestre muy bueno para el sector, con un aumento del consumo y el récord logrado en agosto, con la entrega de 900.000 etiquetas de sidra de DOP.

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